Son también las tortugas más grandes del mundo: algunos especímenes superan el metro y medio de longitud y alcanzan los 250 kilogramos de peso.
En la actualidad sólo quedan 11 clases de tortuga gigante en las Galápagos, cuatro menos que cuando Darwin desembarcó aquí. Se estima que más de 100.000 tortugas murieron a manos de piratas, balleneros y mercaderes durante los siglos XVII, XVIII y XIX. Especies foráneas, como cerdos, perros, gatos, ratas, cabras y vacas cimarronas constituyen una permanente amenaza a sus medios de alimentación y a sus huevos. Actualmente quedan vivas apenas 15.000.
Las tortugas de las Galápagos llevan una vida sin complicaciones: comen hierba, hojas y cactus, holgazanean al sol y duermen del orden de 16 horas al día. Su lento metabolismo y sus grandes reservas de agua las permitirían vivir hasta un año sin comer ni beber.
Los marinos españoles que descubrieron el archipiélago en 1535 le pusieron el nombre de Galápagos por razones obvias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario